5 consejos para ayudar a su hijo a practicar la música

Aunque hay muchos artículos para ayudar a tu hijo a practicar música, nosotros hemos acumulado miles de horas de práctica musical supervisada. Así que creemos que estamos en una posición única para dar algunos consejos de la escuela de Musica y canto en Bilbao para hacer que esas horas de práctica cuenten.

1. Estar en la misma habitación

Los niños practican durante más tiempo y se sienten menos intimidados cuando están acompañados. Estar en la misma habitación da a los niños la confianza necesaria para seguir tocando, incluso en los pasajes más difíciles. No se trata necesariamente de darles consejos o indicaciones, sino que el mero hecho de estar allí tiende a darles confianza para tocar y ayuda a su perseverancia.

Puedes aprovechar para hacer gestiones, organizar la compra online, tomar una taza de té o incluso leer un libro. Sólo con tenerte cerca, tu hijo sentirá que trabaja a tu lado pero sin la presión de tu atención exclusiva. Así, cuando te pregunte cosas como «¿qué te parece esta parte?», estarás ahí para apoyarle y no perderá la concentración.

2. Tómatelo con calma

Este es probablemente el consejo que marca la mayor diferencia en cuanto a la rapidez con la que se puede progresar. Según nuestra experiencia, a los niños les resulta realmente difícil creer que practicar despacio es el atajo para poder tocar bien algo. Es cierto. Aunque muchos alumnos están convencidos de que tocando muy rápido lo están clavando.

Pero cuando se practica despacio, el cerebro tiene más tiempo para procesar, analizar y comprender lo que se está haciendo. Los músculos tienen tiempo para aprender a controlar los movimientos necesarios con precisión y sin tensión. Eso significa que son capaces de concentrarse en tocar las notas correctas en el orden correcto sin cometer errores en el camino. Por lo que hemos visto, cuando un alumno toca algo correctamente las dos primeras veces que lo intenta, a partir de entonces siempre lo tocará correctamente.

Si al principio tocan demasiado rápido y se equivocan en los primeros intentos, la versión incorrecta ya habrá empezado a incrustarse. Entonces puede llevar semanas corregir los errores y volver a la posición en la que estarían si hubieran tocado lo suficientemente despacio en primer lugar.

3. Aumentar el metrónomo

Puede que esto no parezca especialmente innovador, pero realmente es una herramienta increíble. Teniendo en cuenta que el metrónomo se inventó en el siglo IX y que, desde entonces, sigue siendo un elemento básico en la caja de herramientas de un músico (consulta los digitales o las aplicaciones), esto debería ayudarte a entender lo útiles que son. Un consejo para el uso de un metrónomo es utilizar subdivisiones de los tiempos para que los alumnos puedan practicar de forma agradable y lenta.

Un metrónomo que cuente los tiempos en voz alta también puede ser muy útil. Utiliza subdivisiones de semicorchea de un compás de negra para empezar y, cuando empieces a acelerar el tempo, pasa a subdivisiones de corchea antes de eliminarlas por completo. Esta herramienta de enseñanza es inestimable, así que no dejes que nadie te diga que es una trampa. Sin ella, podrías tener problemas con el espaciado uniforme de las notas, o con los hábitos de acelerar cuando se hace más fuerte y ralentizar cuando se hace más silencioso.

4. Dividir la pieza en pequeños trozos

Sabemos que los alumnos quieren tocar toda la pieza. La tentación es real. Pero dividir la música en trozos más pequeños puede ser muy beneficioso. Repitiendo una pequeña sección, puedes ganar confianza, precisión y fuerza. Si tocas toda la pieza, la página o la línea, no te sientes tan familiarizado con cada parte. Toma un compás y repítelo hasta que sientas que podrías hacerlo mientras duermes (lentamente, con un metrónomo). Escuchen la uniformidad del ritmo, la calidad del sonido y la precisión de la entonación. ¡Estarán muy contentos la próxima vez que vengan a practicar y toda esa repetición tenga su recompensa!

5. Escribir en la música

En realidad, no hay reglas para no escribir en las partituras. Las partituras no son un artefacto que hay que conservar, sino una hoja de trabajo. Se trata de aprender a tocar la música, más que de interpretarla. No estamos de acuerdo con los tribunales de exámenes que desaprueban el exceso de anotaciones, porque los beneficios son enormes. Anima a tu hijo a que marque los trozos pequeños que quiera repetir, anota la marca del metrónomo con la que está trabajando en la parte superior de la página.

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