El mercado inmobiliario se considera un refugio relativamente seguro para los inversores. Pero eso no significa que no haya que tener cuidado con las trampas.
Hay estrategias y directrices que pueden seguirse, junto con una observación proactiva del mercado, que pueden aumentar las posibilidades de ser un inversor inmobiliario de éxito. En tiempos de dificultades económicas, tener una cartera de propiedades que genere ingresos puede proporcionarle ese impulso que le permita superar los días más oscuros de la economía.
A continuación le ofrecemos algunos consejos de Housers opiniones que le ayudarán en su proceso de inversión.
1. Mantenga un enfoque claro
Es esencial determinar lo que quiere de su inversión inmobiliaria. ¿Es:
- ¿Activo(s) para su negocio, por ejemplo, tener su propia oficina(s)?
- ¿Una casa de vacaciones que genere ingresos cuando no esté en uso?
- Una plusvalía. (Renovación y venta a corto plazo o mantenimiento a largo plazo).
- ¿Un segundo ingreso constante? (Comprar para alquilar)
2. Establezca un calendario
Saber lo que quiere le conducirá lógicamente a un marco temporal coordinado para su consecución. O puede descubrir que su marco temporal determina la forma de inversión que persigue.
Por ejemplo, si su objetivo es obtener una rentabilidad en un periodo corto de tiempo, la “inversión” podría ser su mejor opción, aunque conlleva costes asociados y puede suponer un alto riesgo. Básicamente, se trata de comprar propiedades por debajo del valor de mercado, renovarlas y venderlas después con un beneficio.
Por otro lado, si lo que busca es una mayor rentabilidad durante un periodo más largo, la compra para alquilar podría ser una opción adecuada. Es razonable esperar rendimientos de entre el 7% y el 12%, pero variables como los tipos de interés, los periodos de desocupación y los costes de mantenimiento pueden influir en ello.
3. Evitar el sobreapalancamiento
Intente evitar utilizar más del 50% de la hipoteca para comprar su propiedad. Aunque esto puede ser difícil al principio de la construcción de su cartera, debería ser factible más pronto que tarde. A pesar del atractivo superficial, la rehipotecación es una mala idea. Si tiene que recurrir a ella, acorte la duración del préstamo. Cuanto más tiempo se prolongue, más dolor puede causarle más adelante.
4. Evita las hipotecas compartidas
A pesar de permitir un tipo de interés más alto, exigen que una persona sea el prestatario principal y otra que pida menos. La persona con mayores ingresos será el prestatario principal, aunque tenga una calificación crediticia más baja, por lo que sus tipos de interés podrían ser sustancialmente más altos.
Suelen permitir un solo propietario, por lo que organizar la propiedad dividida más adelante podría ser un proceso agotador y largo que podría tensar la relación que tienes con el otro prestatario.
5. Empezar de a poco
Si comprometerse con la propiedad total de un inmueble es demasiado arriesgado por el momento, considere la posibilidad de invertir en un REIT o en un fondo. Estos productos están bien estructurados y ofrecen más liquidez al titular.