Entre los elevados precios y el lenguaje técnico en la compra y venta de joyería y relojería, es fácil sentirse fuera de juego, tanto si se compra para uno mismo como para un ser querido. Sigue nuestros consejos rápidos y haz que tu próximo viaje a la joyería sea indoloro:
Saber lo que se quiere antes de ir
Nunca entres en una joyería y digas que “buscas algo bonito para mí/mi mujer/amigo”. Esa es una buena manera de que te lleven inmediatamente a los artículos más caros, e incluso si el vendedor trata de ser realmente útil, sigues confiando en el gusto de otra persona, que puede o no coincidir con el gusto y el vestuario de la persona a la que estás comprando.
En su lugar, acuda con una idea clara de las características básicas que desea, aunque no tenga en mente un conjunto de términos técnicos.
Libro electrónico de joyería RMRS
He aquí una lista de descriptores de joyas que debería determinar antes de comprar:
Color de la joya
- ¿Quiere una joya sencilla de color oro o plata, o está buscando algo con una piedra de color? Si es así, ¿de qué color? Este es el criterio de selección más eficaz, ya que elimina automáticamente una gran parte de las opciones de color equivocadas.
Metal específico
- No todas las joyas de plata son de plata, ni todas las de oro son de oro. Si te decides por un metal específico en lugar de un color general, dilo. Ayuda a eliminar muchas opciones.
Proporciones de las joyas
- No tenga miedo de usar términos no científicos aquí. Si quieres una cadena fina, dilo. Si quieres un anillo grande y grueso, dilo. Utiliza palabras buenas y descriptivas en lugar de preocuparte por los tecnicismos. Tu trabajo es decirle al joyero “quiero un bonito juego de gemelos que no sea demasiado ostentoso”, y el suyo es saber qué pares se ajustan a esa descripción.
Hable con un joyero de confianza
La mayoría de las compras de joyas no se hacen en el momento. Puedes hacerlo así, pero es mejor hablar de una pieza concreta con un amigo.
Si ese amigo es alguien que conoce los entresijos del sector de la joyería, mucho mejor.
Si no tienes la suerte de tener un buen amigo que también sea joyero profesional, pregunta en la familia.
Te sorprenderá saber a quién conocen tus parientes: algunos hombres mayores llevan décadas tratando con el mismo joyero de la familia y podrían transmitirte fácilmente una o dos preguntas.
Cuando pidas una segunda opinión a un profesional, céntrate en los aspectos en los que es experto: cuestiones técnicas, detalles de calidad y peso, origen de las piedras, etc. Lo que pretendes es llenar las lagunas de tu propio conocimiento, no sólo obtener una opinión sobre tu gusto.
Por supuesto, es posible que acabe queriendo comprar simplemente a un joyero que usted o un familiar conoce y en el que confía, y eso no tiene nada de malo. Pero tenga en cuenta que las mejores segundas opiniones siempre provienen de personas que no tienen ningún interés en la venta.